Matanza de focas en Canadá


Otro año más tenemos que padecer la matanza de focas con el despiadado consentimiento del Gobierno de Canadá. Desgraciadamente, este año no solo han hecho caso omiso a la condena del resto del mundo y de los propios canadienses, sino que se ha permitido su incremento. Los cazadores volvieron a golpear hasta la muerte a cientos de miles de crías de focas por su piel y su grasa, ya que la carne de estas crías raramente se come; solo quieren su piel y la mayoría de las veces son despellejadas vivas. Matar a un animal, totalmente indefenso, infligiéndole una muerte larga y dolorosa es horripilante. La matanza de focas convierte a Canadá en un país despiadado y cruel. La Unión Europea ya ha prohibido los productos derivados de foca procedentes de Canadá. Nosotros podemos ir más allá evitando el consumo de cualquier producto de pieles de foca como bolsos, gorros, botas, guantes, etcétera. Con nuestras acciones podemos frenar de algún modo esta matanza, pero son los países los que tienen que actuar contra la terrible crueldad del Gobierno de Canadá.



¿Qué está pasando?
-          Cada año se le da muerte por apaleamiento a las crías de focas de 12 semanas de edad.
-          Equivale al 80% de las crías nacidas este año.
-          La cifra subió a 60,000 ejemplares, de 50,000 del año pasado.



¡Hagamos algo!


A pesar de la prohibición de la Unión Europea a comerciar sus productos o subproductos, el gobierno canadiense firmó un trato con China, que fomentará el consumo de carne de foca y la importación de aceite. La ministra de Pesca, Gail Shea, está muy satisfecha con el trato, se declaró "esperanzada en que este nuevo acuerdo pueda hacer repuntar la industria de la foca canadiense".
Miles de activistas expresaron su enojo frente a las embajadas canadienses en sus respectivos países. Desnudos y cubiertos de sangre, desplegaron pancartas y carteles.
Las asociaciones AnimaNaturalis y PETA han presentado un video alrededor del mundo que muestra la realidad de Canadá, en donde se muestra la cruel actividad, esto con el fin de persuadir a los turistas de no viajar a este país, no comprar artículos provenientes de la foca y a concientizar a los gobiernos y personas a tomar las cartas en el asunto y no permitir que esto suceda más.


Ecofont

Ecofont es un tipo de letra de código abierto y por tanto de uso gratuito, que, según afirman
sus creadores, puede llegar a ahorrar hasta un 20% de tinta al imprimir documentos cuyo texto
tenga ese formato. Según ellos, su fin es conseguir aumentar la conciencia ambiental.

Ecofont ha sido desarrollada por una empresa holandesa llamada SPRANQ
a partir de una idea de Gerjon Zomer, Alexander Kraaij y Rick Van Den Bos. La idea surgió ante la gran cantidad de tinta derrochada en impresiones, la cual produce un gran coste ecológico. Ecofont responde a la pregunta ¿Cuánta tinta se puede eliminar de una letra sin que pierda su legibilidad? Tras varias pruebas obtuvieron este tipo de letra que es la que, conservando la legibilidad (en un tamaño  normal, entre 9 y 11 puntos), mayor ahorro de tinta produce, según aseguran.

Al imprimir, Ecofont “perfora” agujeros en las letras escritas en el procesador de texto, los cuales no afectan en absoluto a la legibilidad del documento. Al usar tamaños mayores a 9-11 puntos se comienzan a notar los círculos internos, por ello se recomiendan los tamaños anteriores.

Si usas Windows recomiendan puedes optar por usar ClearType. No dispone de serifa (adornos tipográficos que se usan, habitualmente, en tipografía comercial), aunque, como informa SPRANQ, la Verdana tampoco, y se usa habitualmente con fines comerciales en impresión.


Una impresora ¿sin tinta ni papel?

Esta impresora  es capaz de imprimir tanto sin tinta, como de borrar lo que imprime, así como lo leen, podemos ayudar a la ecología con lo tecnológico, pues al permitirnos reutilizar las hojas de papel, nos estará ahorrando dinero y lo más importante evitar talar mas árboles, pero todo está magia que ofrece esta impresora tiene un truco, realmente no utiliza papel para imprimir, ¡sino una finas laminas de plástico! es por eso que es capaz de borrar lo impreso, de aquí nace la pregunta. ¿Por qué no hemos pensado este concepto años atrás? Si lo hubiésemos hecho quizás habríamos rescatado muchas áreas verdes.

La única desventaja de esta impresora, por ahora, es su alto precio, pues cuesta unos 5574 dólares, eso sin incluir que tendremos que comprar las láminas que se venden en paquetes de 1000 unidades a 3446 dólares, un precio muy elevado para nuestra economía actual, pero veámoslo por el lado amable, ya que estas láminas podrán ser reutilizadas, salvando a nuestro planeta de una destrucción cada vez más cercana.